-Español-
Del 5 al 18 de diciembre de 2023, nuestra estudiante de décimo grado, Martina Vélez, participó en la construcción de una casa con tierra, barro, heno y bambú para el centro de investigación de elefantes como parte de un Proyecto de Servicio Internacional de Round Square (RSIS) en la provincia de Prachuap Khiri Khan en Tailandia.
Vivir esta experiencia con un grupo de 60 personas de diversas nacionalidades, siendo ella la única latinoamericana, le permitió sumergirse en diferentes culturas. Martina compartió que se unieron a través de actividades como juegos de cartas, debates, escritura de diarios sobre sus vidas cotidianas y durmiendo en tiendas de campaña en grupos de 6 a 8 personas. Todo ello la ayudó a desarrollar habilidades de trabajo en equipo, a tomar decisiones y a convertirse en una mejor líder.
"Aprendí la importancia de escuchar y tener en cuenta los puntos de vista de los demás, aunque difirieran de los míos", reflexionó Martina, que se enfrentó a varios retos que contribuyeron a su crecimiento personal y emocional. Entre ellos, estar dos semanas sin teléfono, ser más independiente, resolver conflictos y fomentar el trabajo en equipo.
Martina también recuerda con cariño las sonrisas de los tailandeses, que le enseñaron el valor de ser siempre feliz y agradecida. Recordaba especialmente a un hombre en un carrito de helados que siempre le daba un capricho.
Por último, subrayó la importancia de animar a más gente a participar en este tipo de intercambios. "También es crucial retribuir a las comunidades necesitadas. Necesitaban nuestra ayuda, y es increíblemente gratificante hacer amigos de todo el mundo para toda la vida".
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Desde el 5 hasta el 18 de diciembre de 2023, nuestra estudiante de décimo grado, Martina Vélez, participó en la construcción de una casa a base de tierra, lodo, heno y bambú para el centro de investigaciones de los elefantes en un Proyecto de Servicio Internacional de Round Square (RSIS) en la provincia de Prachuap Khiri Khan en Tailandia.
Vivir esta experiencia con un grupo de 60 personas de diferentes nacionalidades, siendo ella la única latinoamericana, le permitió conocer diferentes culturas. Martina nos contó que ellos se integraban a partir de actividades como juegos de cartas, charlas, escribir su día a día en diarios y dormir en carpas en grupos de 6 u 8 personas. Todo esto le ayudó a fortalecer el trabajo en equipo para tomar decisiones y ser una buena líder.
"Aprendí a escuchar, a tomar el punto de vista de la otra persona, así no fuera el mío", nos expresó Martina que se enfrentó a varios desafíos que la ayudaron en su crecimiento personal y emocional, como estar alejada del celular durante dos semanas, ser más independiente, participar en la resolución de conflictos y fomentar el trabajo en equipo.
Martina nos comentó también que uno de los recuerdos que le dejó su voluntariado es la sonrisa de las personas de Tailandia, que le enseñaron sobre la importancia de estar siempre feliz y agradecida, además de un señor en un carrito de helados que siempre le regalaba uno.
Por último nos habló de la importancia de que más personas se motiven a realizar intercambios. "Es muy importante también a veces dar hacia las comunidades que lo necesitan, ellos lo necesitaban y también es muy chévere porque conoces gente de todo el mundo, que son amistades para toda la vida".
